Científicos descubrieron que son capaces de cambiar de dientes incluso antes de la eclosión.
Durante el camino para descifrar la extinción de los dinosaurios y toda la historia alrededor de estos seres prehistóricos los fósiles han jugado el papel más importante para la comunidad científica, pues sirven de ayuda para esclarecer cuestiones como desarrollo, dieta e interacciones con la naturaleza.
Tal es el caso de los huevos de dinosaurio más antiguos, los cuales al ser estudiados han revelado detalles que hasta hace algunas décadas se desconocían.
Científicos han analizado un nido fosilizado de la especie Massospondylus encontrado en Sudáfrica en 1976 y descubrieron, entre otros detalles, que eran capaces de cambiar de dientes incluso un par de veces antes de salir del huevo.
Los fósiles analizados tienen una antigüedad aproximada de 190 millones de años y cuando fueron encontrados se pensaba que eran ejemplares a punto de eclosionar, sin embargo, con los escaneos realizados con tecnología de punta se descubrió que apenas estaban al 60 por ciento de su desarrollo.
Por las características de los embriones, también se reveló que es muy probable que los ejemplares jóvenes comenzaran su andar en cuatro patas y se volvieran bípedos hasta la adultez.
Lo que se sabe de la especie Massospondylus, es que fue una de las primeras en evolucionar, y que eran dinosaurios de alrededor de seis metros, con un peso promedio de una tonelada, que caminaban en dos patas.
La especie predominó principalmente en Sudáfrica, donde se han encontrado la mayoría de los fósiles, incluso se han hallado alrededor de 10 nidos de hasta 34 huevos cada uno.
Esta investigación detalla que los cráneos de los embriones de dinosaurio se desarrollan en el mismo orden que los cocodrilos, pollos, tortugas y lagartos actuales y demuestra que este proceso evolutivo no ha cambiado en millones de años.
Su comentario