La propuesta fue aprobada en el Congreso del Estado de forma unánime.
Luego de siete meses desde la propuesta para declarar la partería tradicional yucateca como Patrimonio Cultural Intangible del Estado de Yucatán, este sábado 24 de junio, el Congreso local dio luz verde —de forma unánime— a esta iniciativa.
La diputada Fabiola Loeza Novelo, quien promovió esta iniciativa desde el 16 de noviembre de 2022, señaló que al aprobar esto, incrementan el valor cultural de la partería en las futuras generaciones. “Nuestras raíces nos distinguen por la lengua maya, las grandes construcciones, los conocimientos astronómicos y la belleza de nuestros recursos naturales”.
Además, nombró este paso como un reconocimiento hacia las parteras mayas, pues contribuye a la preservación y protección de sus conocimientos.
“Esto permitirá que las autoridades culturales yucatecas no solo la preserven, sino que la fortalezcan a través de acciones en materia de cultura”, dijo.
Esta aprobación, abundó, no solamente es llamar Patrimonio Cultural Intangible a la partería, sino que también es un llamado a conservar las raíces y reconocer el aprendizaje empírico de las mujeres que acompañan el embarazo y el parto.
Describió a la partería como una actividad estrechamente relacionada con la feminidad, el misticismo, la medicina tradicional y la fortaleza de las mujeres; “es un fenómeno vivo que ha superado el paso de los siglos y que a la fecha es acto enlazado a la vida misma que debemos perpetuar”.
Por eso, señala que la declaratoria es para el cuidado a esta labor; “los estudios nos dicen que la partería tradicional dignifica el alumbramiento natural de las mujeres; y crea un fuerte vínculo en la familia”.
La labor de las parteras contribuye al mismo tiempo a combatir la violencia obstétrica y prevenir la muerte materna o el fallecimiento de bebés, apuntó.
“La técnica de la partera tradicional maya viene desde los preparativos, la revisión, el alumbramiento, pero también abarca el posparto y el puerperio”.
Destacó que las parteras no solamente están presentes en el momento del parto, sino que se convierten en sostén y fortaleza para la familia, “su labor traspasa lo medicinal y se hace un lazo con la mujer embarazada; va más allá de una consulta. Se vuelven parte de la familia”.
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