Washington. El ex piloto de la Marina estadunidense y ex oficial de inteligencia David Grusch declaró ayer bajo juramento en el Congreso que su país rescató “restos biológicos no humanos” de objetos voladores no identificados (ovnis), los cuales se mantienen ocultos en lugares estratégicos.
Luego de responder en forma afirmativa al ser consultado por un panel legislativo sobre si el gobierno de Estados Unidos tiene ovnis en su poder, en lugares que dijo conoce con exactitud, Grusch reiteró que de esas naves se han recuperado “restos biológicos no humanos”.
El Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes convocó ayer a esta audiencia a tres testigos, incluido Grusch, para discutir cuestiones de seguridad nacional y transparencia gubernamental relacionadas con las naves no identificadas, llamadas de manera general “fenómenos aéreos no identificados” (UAP, por sus siglas en inglés).
Grusch compareció ante el comité junto con los ex pilotos de la Armada de Estados Unidos Ryan Graves y David Fravor, quienes tienen experiencias personales con las UAP.
Así, Grusch ratificó sus testimonios de principios de año, ahora bajo juramento. Aseguró que el gobierno estadunidense también “ha dañado a personas” por motivos relacionados con la divulgación de las UAP, lo que hace que tema por su vida.
Añadió que el gobierno participa en programas de tecnología avanzada no autorizados.
En contraposición, Fravor testificó que lo han tratado bien desde que se presentó y se comprometió públicamente con el tema de la UAP.
Sin embargo, Graves testificó que algunos pilotos de aerolíneas comerciales han recibido cartas de cese y desistimiento de compañías aéreas por intentar hablar sobre las UAP, los cuales “están presentes en el espacio aéreo de Estados Unidos, pero no se informa en gran medida”, precisó.
Las naves u ovnis vistos por pilotos militares y comerciales parecen desafiar las capacidades conocidas de ingeniería y vuelo, como maniobras rápidas y movimiento hacia el espacio, según los testigos.
“Necesitamos restaurar décadas de desconfianza con el público y los testigos de UAP. Mi experiencia en los pasados meses ha sido que a medida que se hace retroceder el estigma y los testigos desarrollan confianza en el proceso, comienzan a surgir relatos notables”, explicó Graves en su testimonio.
Tanto los testigos como los legisladores coincidieron en que las denuncias de ovnis deben simplificarse y desestigmatizarse. Debe haber un depósito centralizado para los informes de UAP, sostuvo Fravor.
La audiencia del panel sobre las UAP se produjo después del lanzamiento de los esfuerzos del gobierno estadunidense sobre el tema, incluido un estudio independiente de la NASA y la Oficina de Resolución de Anomalías del Pentágono.
El Senado de ese país también trabaja en una enmienda bipartidista a la próxima legislación de política de defensa, que establecería una junta de revisión que facilite la divulgación pública de información del gobierno estadunidense sobre este fenómeno.
Los funcionarios de defensa se toman en serio el tema de las UAP, señaló a principios de este mes el coordinador de comunicaciones estratégicas de la Casa Blanca, John Kirby.
Con estos testimonios se enfatizó que Estados Unidos oculta un programa de larga data que recupera y realiza ingeniería inversa de objetos voladores no identificados. Sin embargo, el Pentágono negó estas afirmaciones.
El anticipado testimonio del mayor retirado David Grusch ante una subcomisión de Supervisión de la Cámara de Representantes es la más reciente incursión del Congreso en el mundo de los “fenómenos aéreos no identificados”.
Mientras el estudio de objetos voladores misteriosos a menudo evoca conversaciones sobre extraterrestres y “hombrecitos verdes”, demócratas y republicanos en los años recientes han presionado para que se realicen más investigaciones como un asunto de seguridad nacional debido a la preocupación de que los avistamientos observados por los pilotos puedan estar vinculados a adversarios de Estados Unidos.
Grusch agregó que el jefe de un grupo de trabajo del gobierno sobre UAP le pidió en 2019 identificar todos los programas altamente clasificados relacionados con la misión del grupo de trabajo. En ese momento, Grusch fue asignado a la Oficina Nacional de Reconocimiento, la agencia que opera los satélites espía de país.
“Me informaron en el curso de mis deberes oficiales de un programa de ingeniería inversa y recuperación de UAP fallidas de varias décadas al que se me negó el acceso”, destacó.
Cuando se le preguntó si el gobierno tenía información sobre vida extraterrestre, Grusch respondió que Estados Unidos probablemente está al tanto de la actividad “no humana” desde la década de 1930.
El Pentágono negó que exista un encubrimiento y en un comunicado, la portavoz del Departamento de Defensa, Sue Gough, indicó que los investigadores no han descubierto “ninguna información verificable para corroborar las afirmaciones de que haya existido o exista actualmente algún programa relacionado con la posesión o la ingeniería inversa de materiales extraterrestres”; sin embargo, no abordó el tema de si se sospecha que los ovnis sean objetos extraterrestres.
Grusch dice que decidió volverse informante del gobierno después de su descubrimiento y ha enfrentado represalias por hablar. Se negó a ser más específico sobre las tácticas de represalia, citando una investigación en curso.
“Fue brutal y muy desafortunado, algunas de las tácticas que usaron me lastimaron tanto profesional como personalmente”, precisó.
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