Washington y Moscú evitaron ratificar un tratado que les impedía experimentar con armas atómicas
Rusia, a partir de este jueves, no tiene ningún impedimento legal para llevar a cabo ensayos nucleares, pero asegura que sólo lo hará en caso de que Estados Unidos sea el primero en probar armamento atómico.
La ley que revoca la ratificación del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (TPCEN), promulgada mediante decreto por el presidente Vladimir Putin, entró en vigor al publicarse este 2 de noviembre en el equivalente ruso del Diario Oficial.
Rusia firmó el TPCN en 1996 y lo ratificó en el año 2000, pero a comienzos de octubre pasado Putin, a la luz del deterioro de la relación con la otra superpotencia nuclear, Estados Unidos, y que ésta nunca ratificó el documento, sugirió al Parlamento ruso restablecer la paridad estratégica global.
Impulsado por la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), el TPCN –suscrito por 188 Estados y hasta ahora ratificado por 177– prohíbe los ensayos con armamento nuclear y cualquier otra detonación atómica con fines civiles o militares en cualquier lugar, aunque de hecho, desde los años noventa del siglo pasado, ningún país dotado de armas nucleares, salvo Corea del Norte, ha efectuado una explosión con esa finalidad, la última hace seis años.
Para que el tratado entre en vigor debe ser firmado y ratificado por los 44 Estados que figuran en su texto como poseedores de energía nuclear o reactores de investigación; tres países que tienen armas nucleares, Estados Unidos, China e Israel no lo ratificaron y Corea del Norte, India y Pakistán ni siquiera lo firmaron.
Rusia no se retira de otro tratado similar sobre proscripción de armas nucleares en la atmósfera, el espacio ultraterrestre y bajo el agua, conocido como tratado de Moscú de 1963, que deja abierta la posibilidad de realizar ensayos nucleares subterráneos, a diferencia del TPCN posterior que prohíbe ese tipo de pruebas en cualquier sitio.
Por ahora, apuntan los analistas, nada cambia con la decisión del Kremlin, pero si Estados Unidos o alguno de los otros tres potencias nucleares (Gran Bretaña, Francia y China) con asiento como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, o incluso cualquier país que tenga o aspire a tener armas nucleares, realiza un ensayo nuclear, el mundo podría entrar en una nueva espiral armamentista.
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