Se trasladaron a ejido en Hermosillo tras una denuncia anónima.
Dieciocho fosas clandestinas con un número indeterminado de segmentos humanos y un cuerpo expuesto fueron halladas ayer por el colectivo Madres Buscadoras de Sonora, en el ejido El Choyudo, a unos 100 kilómetros de Hermosillo, dio a conocer Cecilia Patricia Flores Armenta, lideresa de la organización.
La fiscalía estatal informó que el área de Servicios Periciales trabaja en la zona para determinar el número de cadáveres que hay en el sitio y convocó a familiares de desa-parecidos a acudir al Laboratorio de Inteligencia Científica Forense para entregar muestras de ADN, a fin de facilitar la identificación.
“La cantidad específica de cuerpos o restos óseos será determinado por los especialistas en la materia. De igual forma, la Agencia Ministerial de Investigación Criminal brinda acompañamiento para garantizar la seguridad e integridad de las personas que conforman el grupo de búsqueda”, refirió el organismo.
Ayer en la mañana, Flores Armenta y una veintena de mujeres se trasladaron al ejido El Choyudo para atender una denuncia anónima que alertó de la presencia de cuerpos inhumados por criminales en dichos terrenos.
Alrededor de las 12 horas, la dirigente de las Madres Buscadoras anunció en un grupo de WhatsApp del colectivo que “en un camino a El Choyudo llevamos localizadas (hasta ese momento) 17 fosas con cuerpos humanos. En una estaba una pareja, un hombre y una mujer por la vestimenta de los dos, así como la forma del cráneo; y en otras encontramos al parecer dos mujeres, por las características del cabello, uno rojizo y otro negro”.
En entrevista para La Jornada, Cecilia Flores mostró algunos entierros ilegales que aún no eran procesados por los agentes periciales, donde se percibía el fétido olor a cuerpo descompuesto, y entre la tierra se podían observar posibles pertenencias de las víctimas.
“Ha sido muy cansado el día, nos perdimos por dos horas. Como pueden ver es muy grande el terreno, por lo cual no podíamos diferenciar para dónde agarrar, duramos dos horas caminando en pleno sol, sentíamos las madres más grandes que no íbamos a llegar. Terminamos por encontrar 18 fosas y un cuerpo expuesto; nos detuvimos, pero sabemos que hay más”, relató.
Acompañada de otras mujeres, la activista habló del dolor de cada familia que pierde a un hijo, un hermano o un padre y aseguró que México podría triplicar el número de ausentes que niegan las autoridades federales. “Sabemos que no son cien mil los desaparecidos, la cifra podría ser tres veces mayor porque muchas de las familias no denuncian por temor”, dijo.
En mayo de 2018, Cecilia fundó el colectivo Madres Buscadoras de Sonora, cuya labor se extendió a los estados de Sinaloa y Jalisco para localizar a sus dos hijos Alejandro Guadalupe, desaparecido en Bahía de Kino, Sonora, y Marco Antonio Islas Flores, en Los Mochis, Sinaloa.
En enero de 2022, Flores Armenta publicó en redes sociales un video donde exhortó a los líderes de los cárteles que operan en la entidad a no atentar contra la agrupación y permitirles seguir buscando a sus seres queridos.
Amenazas contra activistas
Debido a la lucha que emprendió junto con sus compañeras, así como la cantidad de víctimas que han localizado, muchas han sido amenazas; en su caso, por esta situación tuvo que irse del estado, con vigilancia permanente otorgada por el mecanismo de protección a activistas y defensores de derechos humanos.
En Sonora, dos rastreadoras han sido asesinadas. En julio de 2021, Gladys Aranza Ramos Gurrola, de 28 años, integrante del colectivo Guerreras Buscadoras de Sonora fue privada de la libertad y ultimada por hombres armados. El cuerpo de Gladys fue encontrado con signos de violencia en un predio del ejido Ortiz, zona rural del municipio de Guaymas. Ella buscaba a su esposo, Bryan Omar Celaya, quien desapareció el 6 de diciembre de 2020, luego de que desconocidos se lo llevaron junto con su auto.
En julio de 2022, Brenda Jazmín, quien era integrante de Guerreras Buscadoras de Cajeme y buscaba a su hermano Luis Heraldo Beltrán Jaime, fue hallada sin vida en el motel El Caminante de este municipio.
De enero de 2018 a la fecha en Sonora se han creado 13 colectivos de búsqueda de desaparecidos, en 12 de ellos la mayoría son madres que no localizan a sus hijos y uno de jóvenes. El primer grupo fue el de Guerreras Buscadoras de Guaymas y Empalme, que se formó ante el alto índice de ausentes en esa zona.
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