#PENÍNSULALa donación de órganos es un acto altruista y de amor más grande que existe, y un joven de la península de Yucatán lo realizó.
Iván, originario de Calkiní, Campeche, manifestó en vida que al momento de partir le gustaría donar sus órganos, y ante su lamentable diagnóstico, su madre llevó al cabo su última voluntad.
Diez años atrás doña Angélica perdió al padre de la misma manera que Iván, por muerte cerebral; sin embargo, nunca dudó en hacer la donación. “Ser madre es un acto de amor, traemos vida a este mundo y si tú puedes darle vida a una persona que necesita, vida hay que dársela”, comentó.
Familiares del donante y personal del Instituto rindieron un homenaje al realizar una valla humana afuera de la sala quirúrgica. Antes de comenzar el procedimiento el equipo médico especializado leyó “la Carta de Amor”, que es un mensaje de gratitud, generosidad y humanismo.
El hígado se trasladó al Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”, en la Ciudad de México; los riñones fueron enviados a la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) Hospital de Especialidades Mérida, Yucatán; las córneas se destinaron al Banco de Tejido de Córnea de la UMAE Hospital General “Dr. Gaudencio González Garza”, en el Centro Médico Nacional La Raza.
La señora Dennisse “N”, madre de Iván, explicó que tomó la decisión de donar los órganos y tejidos “para responder a la bondad de mi hijo”.
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