El material contaminante afecta la extracción de carbono en el medio natural.
Los microplásticos pueden reducir la capacidad del océano para ayudar a compensar la crisis climática al disminuir la velocidad a la que se extrae carbono de la superficie del mar a las profundidades.
Es la conclusión de un nuevo estudio publicado en la revista Marien Chemistry, del que es autor el investigador Aron Stubbins de la Universidad de Northeastern.
Durante milenios, el océano ha sido parte de un proceso de sumidero de carbono en el que el fitoplancton muerto se agrupa y cae a las profundidades del océano en lluvias de lo que parece “nieve marina”, dice Stubbins, profesor de ciencias marinas y ambientales.
El secuestro de carbono resultante es una versión marina de cómo los árboles y las plantas de la Tierra terrestre toman carbono de la atmósfera y lo almacenan en el suelo, afirma en un comunicado.
Pero la investigación muestra que los microplásticos en el océano están ralentizando el proceso al hacer que la “nieve marina” sea más flotante, dice Stubbins.
“Los plásticos quieren flotar. Si el fitoplancton crece sobre microplásticos en biopelículas, en lugar de como organismos de vida libre, eso cambia la flotabilidad del fitoplancton cuando muere”, dice Stubbins.
“Básicamente, los plásticos están ralentizando el ritmo de hundimiento de la nieve marina, lo que potencialmente reduce la eficiencia con la que el océano puede eliminar el dióxido de carbono de la atmósfera”, afirma.
Para el estudio, los investigadores cultivaron el diminuto plancton unicelular en tanques con y sin exposición a microplásticos.
Luego llevaron a cabo su propia versión de una carrera hacia el fondo. Colocaron grupos regulares de fitoplancton en un cilindro medidor lleno de agua de mar y colocaron el fitoplancton entrelazado con microplásticos en otro cilindro.
“Se cronometró la rapidez con la que se hundieron”, dice Stubbins. “Los de plástico fueron más lentos, alrededor de 20 por ciento”.
Dice que el estudio, realizado en colaboración con la Universidad de New Hampshire, muestra que la desaceleración del ritmo de descenso de la nieve marina mezclada con microplásticos llega en un momento en que el secuestro de carbono es más importante que nunca.
“A medida que ese carbono se hunde, es transportado a zonas más profundas del océano”, dice Stubbins. “Es muy importante saber en qué medida el océano compensa el calentamiento debido a las emisiones humanas de dióxido de carbono”.
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