El despliegue de esta fuerza fue aprobado por la ONU.
Un primer contingente de policías kenianos, conformado por 400 oficiales, llegó este martes a Puerto Príncipe, en el marco de una misión internacional para restablecer la seguridad en Haití, un país sacudido por la violencia de las pandillas.
Un avión de la aerolínea nacional Kenya Airways aterrizó poco antes de las 14H00 GMT (8 horas en el centro de México) en el aeropuerto de la capital haitiana con los policías a bordo.
El avión había despegado de Nairobi el lunes por la noche, después de que el presidente keniano, William Ruto, visitara a los agentes.
“Esta misión es una de las más urgentes, importantes e históricas de la historia de la solidaridad mundial”, declaró el jefe de Estado en una ceremonia celebrada a puerta cerrada, según la oficina presidencial keniana.
Kenia propuso enviar a un millón de policías a Haití para esta misión, cuya duración inicial será de un año y en la que también se comprometieron a participar Bangladés, Benín, Chad, Bahamas y Barbados.
El despliegue de esta fuerza, aprobado por una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU en octubre, fue duramente criticado en Kenia pues los críticos han expresado preocupación por la larga historia de presuntos abusos cometidos por agentes de policía de ese país.
Las acusaciones más recientes de los organismos de control contra la policía keniana por uso excesivo de la fuerza se produjeron la semana pasada, cuando dos personas murieron durante las protestas contra el gobierno. Un manifestante fue abatido a tiros por un presunto agente vestido de civil. El otro murió por un bote de gas lacrimógeno lanzado por la policía.
La Autoridad Independiente de Supervisión Policial de Kenia está investigando la conducta policial durante las protestas en las que resultaron heridas más de 200 personas.
“Hemos mediado en muchos conflictos y actualmente estamos comprometidos a resolver más (…) No defrauden la confianza que el pueblo de Kenia y la comunidad internacional tienen en ustedes”, dijo Ruto a los elementos de su policía.
Está pendiente un caso judicial que busca bloquear el despliegue, pero un fallo inicial calificó la iniciativa de inconstitucional, citando la falta de un acuerdo recíproco entre Kenia y Haití.
Kenia en caos por protestas
El país africano afronta este martes una situación caótica en la capital, Nairobi, donde al menos cinco personas murieron y 31 resultaron heridas en protestas antigubernamentales, según varias oenegés.
Las manifestaciones son contra el aumento de impuestos que desembocaron en enfrentamientos cuando los manifestantes irrumpieron en el recinto del Parlamento, en donde se pretente aprobar el proyecto de los presupuestos 2024-2025.
Una tarea ardua
La violencia criminal ha provocado una grave crisis humanitaria en Haití, donde el número de desplazados internos ha aumentado en 60 por cientodesde marzo y asciende a casi 600 mil personas, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
La misión respaldada por la ONU, en la que Estados Unidos está muy implicado desde el punto de vista logístico aunque sin aportar tropas, tiene como objetivo apoyar a la policía haitiana en la lucha contra las bandas que aterrorizan a la población.
El presidente estadunidense, Joe Biden, celebró este martes la llegada del contigente keniano.
“Con el firme apoyo de Estados Unidos, las fuerzas kenianas (…) han llegado a Haití, dando comienzo a un esfuerzo que aportará un alivio muy necesario a los haitianos”, declaró en un comunicado.
Biden se mostró “muy agradecido hacia los países que han prometido su apoyo con personal y recursos financieros para esta misión”, y recordó que Estados Unidos es el que más dinero ha aportado a ésta con “más de 300 millones de dólares” en fondos y “hasta 60 millones de dólares en material”.
El primer ministro interino Garry Conille escribió, por su parte, en la red social X que Haití “espera que esta misión multinacional sea la última que contribuya a estabilizar el país para que pueda renovar su personal político y volver a una democracia efectiva”.
Foto: Ap
La tarea de los integrantes de la misión internacional en Haití se presenta muy complicada.
El país sufre una inestabilidad política crónica desde hace décadas, y en los últimos meses se ha enfrentado a un recrudecimiento de la violencia de las pandillas, que controlan el 80 por ciento de la capital, Puerto Príncipe.
La situación se deterioró a finales de febrero, cuando grupos armados lanzaron ataques coordinados en Puerto Príncipe para derrocar al entonces primer ministro Ariel Henry. En los primeros tres meses del año, más de 2 mil 500 personas murieron o resultaron heridas por causa de la violencia que impera en esa nación.
Desde entonces, se han designado autoridades de transición, incluido el primer ministro interino, con la tarea de restaurar la estabilidad.
La última vez que los haitianos acudieron a las urnas fue en 2016.
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