Entre las iniciativas se aprobó “expulsar al neoliberalismo” de la declaración de principios del partido.
La Asamblea nacional del PRI aprobó con un voto a mano alzada, las reformas estatutarias, entre las que se encuentra la posibilidad de reelección tanto de su dirigente nacional, como de los dirigentes estatales.
Durante la sesión realizada este día a puerta cerrada en el Pepsi Center, en la Ciudad de México, se dio lectura a una serie de modificaciones en los estatutos del partido. Y sin adentrarse en los detalles de cada una de estas, sólo se hizo una relatoría sobre qué artículo se modifica y cuáles incisos se agregan. Momentos antes, se dio lectura a un documento presentado por Alejandro Moreno Cárdenas, dirigente del partido, con el que se excusó de permanecer en el presídium durante la votación de estas modificaciones.
Una vez que fue aprobada, regresó moreno Cárdenas, ante el grito de “Alito, Alito”, que lanzaron algunos de los delegados presentes.
Sin acceso al inmueble, la asamblea pudo ser seguida mediante la transmisión oficial difundida en las redes sociales del partido. Al momento en el que se realizó la votación, la cámara mostró a los delegados que, en su mayoría, mantenían la mano alzada en señal de aprobación; pero cuando se preguntó quienes se oponían, la cámara no mostró a los asistentes, sino al presidium.
Los trabajos de la asamblea de este domingo fueron coordinados por una mesa directiva, encabezada por Moreno Cárdenas; la secretaria general, Carolina Viggiano; Pablo Angulo, secretario técnico del Consejo Político Nacional, además de 14 vicepresidentes y cinco escrutadores que propuso el presidente del partido a los asambleístas.
Todo bajo el control de Moreno Cárdenas.
La asamblea fue a puerta cerrada, sin acceso a medios de comunicación, y pese a que los delegados fueron elegidos bajo la supervisión de Alito en cada uno de los estados, fue hasta hace tres días que se les dio a conocer el lugar en que se llevaría a cabo, toda vez que se decidió que no fuera en las instalaciones del Revolucionario Institucional.
En poco más de un mes Alito logró que sesionara el Consejo Nacional, que se emitiera la convocatoria y se realizaran las 32 asambleas estatales, las que, según calificó Beltrones, parece que fueron “clandestinas”, ya que los príístas no se enteraron, como fue el caso de su natal Sonora.
Igualmente, Dulce María Sauri reveló que en Yucatán “los priístas que aún quedan, tampoco se enteraron de la convocatoria a la asamblea estatal” y que nadie conocía a los delegados electos.
En junio de 2022 , buena parte de los ex presidentes del PRI exigieron a Alito renunciar debido a los pésimos resultados en la elección intermedia. De acuerdo con versiones de asistentes a ese encuentro, les dio su palabra de dejar el cargo en agosto de 2023, pero no lo cumplió.
Por el contrario, hizo el primer intento para prolongar su gestión, la que debió concluir en agosto de 2023, pero a través de otra controvertida reforma estatutaria logró extenderlo un año y un mes más, con el pretexto de atender la elección de 2024.
El proceso fue impugnado por algunos, entre ellos, por el entonces coordinador de la bancada del PRI en el Senado, Miguel Ángel Osorio Chong, pero el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación avaló la prolongación del mandato, aunque le ordenó que en cuanto concluyera la elección tendría que convocar a elecciones.
Esto lo obligó a convocar a esta 24 Asamblea Nacional, a la que Alito llegó con la carga de la severa derrota del pasado 2 de junio, pero con el control total de la estructura del partido. En plena pandemia reformó los estatutos para dar al Comité Ejecutivo Nacional, que él encabeza, las facultades para nombrar dirigentes estatales y municipales.
“Además, expulsó del tricolor a Osorio Chong y otros críticos. Se ha convertido en un dictador en el partido”, considera Labastida.
Detractores, “vinculados al Pemexgate y al caso Colosio”
Alejandro Moreno Cárdenas, se lanzó contra sus detractores dentro del tricolor, y sostuvo que hay priístas vinculados con el asesinato del ex candidato presidencial, Luis Donaldo Colosio, y con el caso Pemexgate.
Moreno Cárdenas tomó la palabra como último orador de la mañana y arremetió contra los que “estuvieron al frente” del partido en dichos momentos.
“Allá afuera, estos que se dicen que participaban en el PRI, una bola de cínicos, de lacayos, de esquiroles al servicio del gobierno y de sus intereses, que quieren romper la unidad a cambio de impunidad. Pero quiero compartirles a todos: ellos fueron el peor lastre para nuestro partido, ellos estuvieron al frente cuando castigaron al PRI con el Pemexgate, hay militantes del PRI vinculados al asesinato de nuestro candidato presidencial [Luis Donaldo Colosio], y eso le costó al PRI. No vamos a tapar a nadie, vamos a exigir cuentas y los vamos a convocar a que cumplan con su responsabilidad”, expresó ante el grito de “duro, duro” de los asistentes.
PRI ‘expulsa al neoliberalismo’ de su declaración de principios
En una “autocrítica” , el Partido Revolucionario Institucional (PRI) aprobó “expulsar al neoliberalismo” de su Declaración de Principios, así como a las políticas que generaron pobreza y desigualdad en el país.
Ese sistema “nos alejó” de los grupos sociales, entre ellos, del magisterio, señaló Rubén Moreira, coordinador de los trabajos de las asambleas priístas, donde se abordó este tema.
En tanto, en la mesa que revisó el Programa de Acción, los delegados se pronunciaron porque el partido se ubique en la corriente social demócrata, de centro izquierda y progresista.
La diputada Marcela Guerra presentó el dictamen final sobre el Programa de Acción, donde se acordó impulsar la nueva etapa priísta y “dejar atrás el referente programático” aprobado en la asamblea de 2017.
Ahora con una visión nueva y de cara a los siguientes diez años, se plantea el fortalecimiento institucional del partido y una estrategia de inclusión e igualdad, dijo la legisladora.
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