Una de las mayores instrucciones de desalojo abarca los distritos del centro, este y oeste de Jan Yunis.
Israel amplió durante la noche las órdenes de evacuación en Jan Yunis, en el sur de la franja de Gaza, obligando a decenas de miles de residentes palestinos y familias desplazadas a salir a oscuras mientras las explosiones de los bombardeos de los tanques reverberaban a su alrededor.
El ejército israelí dijo que estaba atacando a militantes del grupo Hamas, que administraba Gaza antes de la guerra, que utilizaban esas zonas para organizar atentados y disparar cohetes.
El sábado, un ataque aéreo israelí contra una escuela donde se refugiaban palestinos desplazados en la ciudad de Gaza mató a al menos a 100 personas, según el servicio de defensa civil, lo que provocó una protesta internacional.
El ejército israelí afirmó haber atacado un puesto de mando de Hamas y la Yihad Islámica, acusación que ambos grupos rechazaron por considerarla un pretexto, y mató a 19 militantes.
En Jan Yunis, en el sur de la franja de Gaza, la instrucción de evacuación abarcaba distritos del centro, este y oeste, lo que la convertía en una de las mayores órdenes de este tipo en los 10 meses de conflicto, dos días después de que los tanques volvieran al este de la ciudad.
El anuncio se publicó en X y en mensajes de texto y audio a los teléfonos de los residentes: “Por su propia seguridad, deben evacuar inmediatamente la zona humanitaria recién creada. La zona en la que se encuentra se considera una zona de combate peligrosa”.
Philippe Lazzarini, director de la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos (Unrwa), dijo que la gente en Gaza estaba atrapada y no tenía adónde ir.
“Algunos sólo pueden llevar consigo a sus hijos, otros llevan toda su vida en una pequeña bolsa. Están yendo a lugares superpoblados donde los refugios ya están desbordados de familias. Lo han perdido todo y lo necesitan todo”, dijo.
El ejército israelí afirmó que había atacado unos 30 objetivos militares de Hamas en las últimas 24 horas, entre ellos estructuras militares, puestos de lanzamiento de misiles antitanque e instalaciones de almacenamiento de armas.
El brazo armado de la Yihad Islámica afirmó que sus combatientes habían disparado bombas de mortero contra las fuerzas israelíes concentradas en las zonas orientales de Jan Yunis.
Más tarde, el domingo, un ataque aéreo israelí cerca del mercado de Jan Yunis, en el centro de la ciudad, mató a cuatro palestinos e hirió a varios más, según informaron los médicos.
Líneas de humo se elevaban desde las zonas donde los aviones israelíes llevaron a cabo ataques en las partes oriental y occidental de la ciudad. Los residentes dijeron que dos edificios de varias plantas fueron bombardeados.
Casi 40 mil palestinos han muerto en la ofensiva israelí en Gaza desde que estalló la guerra el pasado octubre y el número de víctimas aumenta día a día, según el Ministerio de Salud de Gaza.
Las autoridades sanitarias de Gaza afirman que la mayoría de las víctimas mortales son civiles, pero Israel dice que al menos un tercio son combatientes. Israel asegura que ha perdido 329 soldados en Gaza.
Israel comenzó su asalto a Gaza después de que combatientes de Hamás irrumpieron en el sur israelí el 7 de octubre, matando a mil 200 personas, en su mayoría civiles, y capturando a más de 250 rehenes, según los recuentos israelíes.
Decenas de miles de obligados a desplazarse
La mayoría de los 2.3 millones de habitantes de Gaza han sido desplazados de sus hogares, según Naciones Unidas, mientras que su estrecha franja de tierra ha quedado reducida en gran medida a un páramo de escombros.
Funcionarios palestinos y de las Naciones Unidas afirman que no existen zonas seguras en el enclave. Las áreas designadas como zonas humanitarias, como Al-Mawasi, en el oeste de Jan Yunis, donde se enviaba a los residentes, han sido bombardeadas varias veces por las fuerzas israelíes.
Decenas de miles de personas abandonaron sus hogares y refugios en mitad de la noche, dirigiéndose al oeste hacia Mawasi y al norte hacia Deir Al-Balah, ya superpoblada con cientos de miles de desplazados.
“Estamos agotados. Es la décima vez que mi familia y yo tenemos que abandonar nuestro refugio”, dijo Zaki Mohammad, de 28 años, que vive en el proyecto de viviendas Hamad, en el oeste de Jan Yunis, donde se ordenó a los ocupantes de dos edificios de varias plantas que se marcharan.
“La gente carga con sus pertenencias, sus hijos, sus esperanzas y sus miedos y huye hacia lo desconocido, porque no hay ningún lugar seguro”, dijo a Reuters a través de una aplicación de chat. “Estamos huyendo de la muerte a la muerte”.
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