A su salida de prisión muchos detenidos han denunciado haber sido torturados y abusados.
Un total de 25 presos palestinos, dos de ellos mujeres, fueron liberados y volvieron este martes a la Franja de Gaza tras haber estado detenidos en prisiones israelíes, según confirmó el Ejército.
El grupo de detenidos llegó en una ambulancia a un hospital de Jan Yunis, en el sur del enclave, después de acceder a través del cruce de Kerem Shalom, en el extremo sureste de Gaza.
En un vídeo difundido por Al Quds -la agencia afiliada a Hamás- se observa a un grupo de jóvenes, algunos de ellos muy delgados, y a dos mujeres entrar al centro sanitario.
Uno de los liberados es Walid Ibrahim Muhammad Habib, procedente del barrio de Shujaiya en Ciudad de Gaza, que muestra heridas y hematomas en brazos y piernas.
“Aparecen heridas en su cuerpo como consecuencia de las torturas a las que fue sometido en las prisiones de la ocupación”, denuncia Quds, que en un vídeo mostró las heridas y hematomas que el hombre tiene tanto en los brazos como en las piernas.
Otro de los prisioneros es Yousef Al Arir, que dijo haber pasado por la prisión de Ofer -en el centro de Cisjordania-, donde asegura que los soldados podían llegar a romperle las manos a un prisionero si hablaba.
El Ejército detiene habitualmente a gazatíes acusándolos de participar en actividades terroristas, y los libera tras determinar que no es así, si bien en los últimos meses el desbordamiento de las prisiones israelíes ha dado lugar a la liberación de presos antes de resolver estos procesos.
A su salida de la cárcel, muchos detenidos denuncian haber sido torturados e incluso haber sufrido abusos sexuales por parte de sus carceleros.
Esta mañana, la Comisión de Asuntos de Presos de la Autoridad Nacional Palestina denunció los abusos contra los detenidos en la prisión de Ofer alegando que en ella “sufren malos tratos, falta de atención médica y mala alimentación”.
“Los crímenes de tortura en Ofer no son menos que los observados en Sde Teiman”, denunció a su vez el Club de Prisioneros Palestinos, aludiendo a que esta segunda prisión se ha convertido en un paradigma de los abusos contra presos, si bien otros centros penitenciarios también han sido escenario de este tipo de situaciones.
Un informe de la prestigiosa ONG israelí B’Tselem titulado “Bienvenidos al infierno” recoge 55 testimonios de palizas, malas condiciones higiénicas, incomunicación, abusos sexuales o privación del alimento y el sueño en distintas cárceles israelíes.
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