La detonación se atribuyó a uno de los muchos yacimientos abandonados.
Al menos seis personas, incluidos cinco niños, murieron y cuatro resultaron heridas en la explosión este jueves de una mina al paso de un vehículo escolar en la provincia de Nangarhar, en el este de Afganistán, según fuentes oficiales.
“Una mina explotó al paso de un vehículo”, afirmó el portavoz de la Policía provincial, Abdul Basir Zabuli, quien precisó que en el vehículo solo viajaban profesores y alumnos de un centro educativo religioso.
El suceso tuvo lugar en la zona de Dara-e-Noor y Zabuli atribuyó la explosión a una de las muchas minas abandonadas en Afganistán tras décadas de conflictos.
El pasado abril, nueve niños murieron al explotar una mina con la que jugaban en la provincia suroriental de Ghazni.
Las minas, así como otros artefactos explosivos en las carreteras, fueron conocidas durante años como una de las tácticas armadas más empleadas por los talibanes antes de su llegada al poder.
Estos explosivos solían ser colocados por los talibanes para impedir la movilidad de los vehículos de las fuerzas de seguridad a través de las carreteras que conectan las provincias. Los niños son especialmente vulnerables a los explosivos que quedan atrás en zonas de conflicto, puesto que no son capaces de identificar lo que son.
Durante varios años, decenas de empresas de desminado trabajaron en Afganistán para limpiar los restos explosivos de la guerra, sin embargo, debido a la continuidad del conflicto, estas no pudieron desmantelar todas las minas.
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