Antes sólo eran catalogados con problemas de conducta, señala médico.
Cada vez son más los jóvenes de entre 15 y 19 años a quienes se les está diagnosticando déficit de atención, lo que es positivo porque antes sólo eran catalogados con problemas de conducta, indicó Alfredo Hatchett Anaya, médico en el Centro de Integración Juvenil (CIJ) de Cancún.
En el marco de la inauguración de un mural hecho por jóvenes como parte de los programas para incentivar la sostenibilidad, en donde estuvo presente la fundadora de los centros, Kena Moreno, el doctor Hatchett Anaya indicó que aproximadamente 40 por ciento de la atención que brindan en el CIJ se enfoca en salud mental. Trastorno depresivo o de ansiedad es lo que más reciben, pero últimamente se ha percibido un aumento en los casos de Trastorno por Déficit de Atención (TDA) en personas jóvenes.
“El Trastorno por Déficit de Atención siempre ha existido, pero ahora hay mayor sensibilidad en la población y mejores vías de diagnóstico. Entonces muchos jóvenes que antes eran catalogados como problemáticos, ahora ya sabemos que tienen este trastorno”, compartió.
Esto, dijo, sin duda es algo sumamente positivo porque se les ofrecen alternativas que les ayudan a integrarse muy bien a la sociedad. Se trata, detalló, de personas que se enfrentan con dificultades para centrar su atención en un punto concreto, como ver una película, que si bien les interesa, no la pueden ver completa, se están parando, van de un sitio a otro, hacen otras cosas; en la escuela suelen tener reportes de mala conducta, pero al atenderlos queda claro que no hay intención de mala conducta, sino que son inquietos y les cuesta trabajo controlar sus impulsos.
“Papá, mamá, si en su escuela les dicen que sus hijos tienen problemas de conducta, si hay disminución en rendimiento escolar o si ven que les tienen que decir muchas veces las cosas a sus hijos y no obtienen respuesta, no está de más hacer una valoración por un profesional de la salud mental”, recomendó.
En el CIJ atienden a menores a partir de los 12 años de edad y allí les pueden brindar toda la atención necesaria, notándose un aumento importante en problemas de salud mental, lo que se incrementó considerablemente a partir del 2019 y desde la pandemia con mayor demanda, sobre todo por trastorno de ansiedad.
“Nosotros trabajamos con población abierta, cualquier persona que requiera de nuestros servicios lo único que tiene que hacer es venir, cuando alguien llega se abre su expediente clínico y se inicia su proceso de tratamiento. Empezamos con una valoración inicial, una historia clínica médica y un estudio socioeconómico. Ya que tenemos los datos de nuestro paciente se hace su plan de tratamiento, que puede ser médico, sicoterapia grupal, familiar, individual y actividades de rehabilitación”, especificó.
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