Acusan que este concepto fue parte de la institucionalización de la tradición maya.
Durante un conversatorio organizado por el Gran Museo del Mundo Maya de Mérida, especialistas aprovecharon que el ciclo de actividades para la llegada de las ánimas lleva el nombre de U K’iinilo’ob Finados. Los días de finados y se posicionaron por reivindicar este concepto, que es el que realmente se usa por las comunidades mayas y no el de Janal Pixan, como se ha difundido en los últimos años.
Teresa Quiñones, antropóloga del Centro INAH Yucatán, explicó que Janal Pixan significa “comida para las ánimas”, por lo que el concepto sólo hace referencia a cierta parte de lo que se ofrece a los difuntos durante los últimos días de octubre y todo el mes de noviembre.
“El tiempo de finados consiste en recordar a los difuntos, a los que ya partieron, y ¿cómo se les recuerda?, se les ofrece comidas, bebidas, se les ponen manteles y es muy importante que esta celebración se realice en familia. Como dicen los abuelos: hay que estar contentos, hay que colaborar con todo lo que se hace, porque previamente a la llegada de los pixanes (difuntos), hay que preparar muchas cosas, ir a la milpa a recoger el maíz, preparar la casa, limpiar el solar, ir al cementerio a limpiar la tumba… También es motivo de que la familia se reúna y esté contenta, es momento de poder estar juntos y recibir a un ser querido”, detalló la antropóloga.
El conversatorio El Recibimiento, en conmemoración del día de finados, fue moderado por Fidencio Briceño, director general de Museos y Patrimonio de la Secretaría de la Cultura y las Artes (Sedeculta), y también contó con la participación de la antropóloga Silvia Terán. Entre todos los participantes discutieron las adaptaciones y los cambios que ha tenido la celebración.
Al respecto, Lázaro Hilario Tuz, antropólogo originario de Pomuch, Campeche, acusó que el término Janal Pixan es la forma en la que la celebración se institucionalizó.
“El término Janal Pixan se creó, se oficializó, de manera institucional y política y prácticamente se convierte en una actividad institucionalizada, donde los niños van a hacer sus altares en las escuelas y no saben qué es el tiempo de los finados”, declaró.
En el intercambio de ideas, también se plantearon precisamente estas modificaciones que ha tenido la celebración de la llegada de las ánimas de los difuntos, que se lleva a cabo en todo México con sus diferentes variaciones.
En el caso de Yucatán, pasó a ser Día de los Finados, a ser Janal Pixan y los altares han adaptado otro tipo de elementos que no surgieron de las comunidades mayas, por ejemplo, la colocación del pan de muerto que no es de la región y otro tipo de alimentos no locales, como la pizza, pero la intención que siempre prevalece es recibir a la persona difunta con todo lo que disfrutaba en vida.
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