Lahore es desde hace unos días la metrópoli más contaminada del mundo.
Unicef emitió este lunes una advertencia sobre el impacto devastador de la contaminación del aire en los millones de niños de Pakistán, especialmente en la ciudad paquistaní de Lahore, convertida desde hace días en la metrópoli más contaminada del mundo.
“Los niveles de contaminación del aire en Lahore y Multan han alcanzado niveles alarmantes, superando con creces las pautas de la Organización Mundial de la Salud”, dijo en un comunicado el representante de Unicef en Pakistán, Abdullah Fadil.
Este lunes el monitor independiente IQ Air registró el mayor nivel de contaminación del planeta en Lahore, 441 AQI.
La contaminación de esta región esta determinada por la concentración de PM 2.5 (partículas flotantes en el aire que miden 2.5 micrómetros de diámetro o menos), lo más peligrosos por su capacidad de viajar a través de las vías respiratorias.
Los niveles de contaminación del aire batieron récords en las ciudades de Lahore y Multan la semana pasada, con niveles cien veces superior a la recomendación de calidad del aire de la Organización Mundial de la Salud.
De acuerdo con el comunicado de Unicef, en ese tiempo además cientos de personas han sido hospitalizadas, entre ellas decenas de niños, y la contaminación del aire es tan grave que ahora es visible desde el espacio.
Las consecuencias de la exposición prolongada a la contaminación del aire son de gran alcance. Los pulmones y cerebros en desarrollo de los niños son particularmente vulnerables a los efectos nocivos de los contaminantes.
Para mitigar el impacto de la contaminación, las escuelas en las áreas afectadas se han cerrado temporalmente, interrumpiendo la educación de millones de niños.
Unicef instó al Gobierno de Pakistán a tomar medidas inmediatas para abordar la crisis de contaminación del aire. Esto incluye una aplicación más estricta de las regulaciones ambientales, la promoción del uso de fuentes de energía limpia y la implementación de medidas para reducir las emisiones de la agricultura y la industria.
“Todo niño tiene derecho a respirar aire limpio y a un ambiente saludable”, dijo Fadil.
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