Analistas recomiendan “ser proactivos” y buscar asesoramiento legal.
“Ser proactivo” sin ser alarmista, no sucumbir al miedo, tomar precauciones sin precipitarse y buscar asesoramiento son los consejos de los defensores de los migrantes frente a la amenaza de deportaciones masivas blandida por el presidente electo Donald Trump.
El republicano ha demonizado a los migrantes llamándolos “salvajes”, “animales” o “criminales”, y promete “la mayor operación de deportación en la historia de Estados Unidos” en cuanto asuma el cargo el 20 de enero para “liberar”, según él, el país de lo que considera una “invasión”.
Lo repitió hasta la saciedad durante la campaña electoral y tras ganar los comicios perfiló un equipo de halcones partidarios de usar mano dura contra la migración ilegal.
La amenaza de expulsiones en masa atemoriza a los aproximadamente 11 millones de migrantes que viven en situación irregular en el país.
Sobre todo a la luz de la política de “tolerancia cero” aplicada por Trump de 2017 a enero de 2021, por la que miles de niños fueron separados de sus familias para desalentar la llegada masiva de migrantes sin visa por la frontera con México.
“Seguirá habiendo (…) consecuencias negativas para los migrantes” pero tener miedo “no es provechoso”, declaró a la AFP el abogado de inmigración Zachary Abraham Kohn, de 35 años.
Es mejor “ser proactivo a la hora de buscar prestaciones, entender cuáles son los riesgos”, añadió el letrado que ejerce en Washington.
Las personas más vulnerables “son aquellas con órdenes de deportación” pendientes. Se calcula que hay 1,3 millones en esta situación, explica.
Les siguen aquellas con protecciones temporales como DACA, que ampara a los migrantes que llegaron de niños a Estados Unidos, y el TPS, que otorga permiso de residencia y trabajo por un tiempo.
“Muchas de estas personas podrían cumplir los requisitos para beneficios migratorios a largo plazo u otros estatus”, asegura Kohn.
Algunos casos pueden resolverse antes del 20 de enero pero otros muchos no y las prisas no son buenas consejeras.
“Es importante que los casos estén muy bien preparados”, porque es probable que la administración Trump los niegue “de plano” en vez de solicitar pruebas o permitir que se hagan correcciones, advierte el abogado.
“Muchísimo temor”
Helena Olea, vicedirectora de programas de Alianza Américas, una coalición de más de 50 asociaciones de defensa de los migrantes en el país, incita a buscar asesoría legal porque cada caso es diferente.
“Hay muchísimo temor” y muchos se plantean “dejar el empleo por miedo a redadas en el lugar de trabajo, sobre todo en grandes empresas”, declaró a la AFP la activista de 54 años.
“Hay desinformación de una parte y hay otros que no alcanzan a comprender la dimensión de lo que viene, o creen que es más retórica que lo que va a suceder”, dijo, e insiste en que “los trámites administrativos son muy importantes”.
“Deben registrar a sus hijos en los consulados” y aquellos con “hijos con nacionalidad estadunidense deben sacarles el pasaporte para poder llevárselos si quieren o para que los puedan visitar”, detalla.
También pueden dar un “poder a alguien de su confianza para que puedan vender sus propiedades, como carros” en su nombre si son deportadas sin previo aviso, explica.
Pero “queremos que la gente no se precipite al tomar acciones, que medite”, afirma Olea.
Hay diferencias en función de si viven en un estado gobernado por demócratas o republicanos.
Los demócratas “los van a proteger más”, afirma la activista, pese a que la administración del presidente Joe Biden echó a más de cuatro millones, “combinando deportaciones con expulsiones y otras acciones para bloquear la entrada de migrantes”, según un informe del Instituto de Políticas Migratorias (MPI).
Kohn coincide con ella.
Mudarse a esos estados “puede ser beneficioso para algunas personas” porque es menos probable que colaboren con las autoridades federales “si las políticas son extremadamente regresivas y draconianas”.
Pero sopesando mucho las decisiones, matiza, porque en el primer mandato de Trump sus políticas tropezaron con los tribunales y es posible que los jueces le “hagan retroceder” de nuevo.
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