Vecinos de Progreso se llevaron tremendo susto al descubrir un cocodrilo descansando plácidamente bajo un coche estacionado en la calle 86 por 91. Al parecer, el reptil aprovechó el calorcito del motor para echarse una siesta, lo que causó inquietud en la zona debido a la cercanía con la ciénega.
Aunque el cocodrilo se veía tranquilo, representaba un riesgo para los habitantes. Elementos de la policía acudieron al lugar, maniobraron cuidadosamente para trasladarlo, y lo devolvieron a su hábitat natural.
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