Migrante señala que no se respetaron sus derechos y recibió trato inhumano
Dos aviones de la Fuerza Aérea Colombiana llegaron este martes a Bogotá con varios ciudadanos deportados de Estados Unidos, dos días después del roce entre los gobiernos de ambos países tras la negativa inicial del presidente Gustavo Petro a aceptar aeronaves militares con migrates y que dio paso a amenazas mutuas de imponer aranceles.
La cancillería informó en un comunicado que en los dos vuelos arribaron 201 colombianos en total. Uno de los aviones llegó procedente de El Paso, Texas, y el segundo de San Diego, Californi
Jose Erik Montaña, uno de los 201 colombianos deportados de Estados Unidos, afirmó que en el país norteamericano no respetaron sus derechos y recibió un trato inhumano.
“Quieren echarle la culpa de sus problemas a los migrantes que no se pueden defender (…) No nos dieron derechos, no nos dijeron nada, nos hicieron firmar documentos obligados y fue horrible, realmente fue un trato inhumano”, expresó Montaña a periodistas al llegar al aeropuerto internacional El Dorado de Bogotá en un vuelo procedente de El Paso (Texas).
En el primer vuelo, procedente de El Paso, venían 91 pasajeros, de los cuales 46 eran hombres y 45 mujeres, mientras que en el segundo, que llegó de San Diego (California), viajaban 110 personas, de ellas 62 hombres, 32 mujeres y 16 menores de edad.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ironizó el lunes sobre las declaraciones de Petro: “Él dijo: ‘Esta no es manera de tratar a la gente’. Tendrías que decir que estos son asesinos, narcotraficantes, pandilleros, las personas más duras que jamás hayas conocido o visto. ¿Qué te parecería ser piloto de ese avión?”.
Al respecto, la directora encargada de Migración Colombia, Martha Hernández, aseguró que los 201 deportados llegaron “en buen estado de salud, ninguno tiene antecedentes pendientes con la justicia y ninguno llegó esposado”.
La directora del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República (Dapre), Laura Sarabia, quien asumirá el próximo primero de febrero como canciller en reemplazo de Luis Gilberto Murillo, manifestó en la red social X que el gobierno trabaja en “un plan de crédito productivo enfocado para que” estos ciudadanos “puedan prosperar aquí, en su tierra”.
Huyendo de la violencia
Montaña relató que ingresó a Estados Unidos la semana pasada huyendo del conflicto armado colombiano.
Su objetivo era reunirse en ese país con su familia, pero una vez llegó allá fue detenido junto a un mexicano y otras personas más por las autoridades.
“Nos esposaban de las manos hasta los tobillos, la cadera, estábamos como criminales. Hubo hijos que tuvieron que ver a sus mamás encadenadas como si fueran drogadictas, traficantes, cuando realmente eran personas que querían un mejor futuro para sus familias”, dijo Montaña, que tras ser deportado no sabe qué hacer porque toda su familia está en Estados Unidos.
El relato de Montaña es similar al de Jaime Valdiri, oriundo de la caribeña Barranquilla, quien afirmó tajante: “No hay como Colombia, mejor quedarse aquí en Colombia y no buscar paja en otro país. Le recomiendo a la gente que se quede aquí en Colombia, que allá en Estados Unidos nos tratan como a unos perros, como a unos delincuentes”.
Valdiri salió de Colombia hace 17 días y cruzó a Estados Unidos por tierra desde la ciudad mexicana de Tijuana.
Una vez llegó a San Diego se entregó a las autoridades migratorias estadunidenses.
“Nos esposaron de piernas a brazos, hasta a las mujeres que iban con niños. No tuvieron humanidad”, expresó este hombre, que también dijo que fue “a buscar un mejor futuro”.
“La verdad, prefiero quedarme aquí. Le digo a todo el mundo que no vaya a buscar aventura en Estados Unidos porque lo que van a recibir es maltrat”, concluyó.
Su comentario