Un acto de violencia estremeció a Yucatán y rompió la tranquilidad del municipio de Tekit, conocido como la capital de la guayabera. La tarde del lunes, un joven apodado “El Güero”, bajo los efectos de las drogas, desató el caos al atacar con machete a una mujer de 59 años, identificada como María Candelaria N., quien lamentablemente perdió la vida debido a las graves heridas recibidas.
El ataque ocurrió cuando el joven irrumpió en una vivienda y, en un acto de brutalidad, agredió a la señora que se encontraba en el lugar. Tras el ataque, “El Güero” huyó del sitio, perseguido por familiares de la víctima, mientras portaba el machete que usó como arma. Finalmente, fue detenido por elementos de la policía municipal, pero el escenario dio un giro inesperado cuando una multitud enardecida lo arrebató de las manos de los agentes.
La multitud, impulsada por el enojo y el deseo de hacer justicia, linchó al joven, lo golpeó y le prendió fuego tras bañarlo con gasolina. El trágico episodio ocurrió ante la mirada de cientos de personas, incluidas autoridades municipales, estatales y federales, quienes no pudieron contener a los habitantes enfurecidos.
“El Güero” ya contaba con antecedentes violentos, entre ellos el homicidio de un compañero en un centro de rehabilitación, a quien presuntamente atacó con un pico en la cabeza. Este historial, sumado al ataque mortal contra María Candelaria, exacerbó la indignación de los pobladores de Tekit, quienes decidieron tomar la justicia por su propia mano.
El gobernador Joaquín Díaz Mena expresó su rechazo a los actos de violencia a través de sus redes sociales: “Condeno los hechos ocurridos en Tekit. Mi solidaridad está con la familia de María N., quien perdió la vida de manera injusta. Rechazo cualquier acto de violencia bajo la idea de hacer justicia propia. Yucatán es un ejemplo de paz y valores. No permitamos que el enojo nos haga olvidar quiénes somos como pueblo”.
Además, recordó su compromiso de fortalecer la atención a los jóvenes mediante la implementación de programas de prevención y el incremento de psicólogos en las escuelas, con el objetivo de combatir problemáticas como la drogadicción y otras conductas de riesgo que afectan a la sociedad yucateca. Este lamentable suceso, que ha conmocionado a todo el estado, pone de manifiesto la urgencia de abordar estos flagelos sociales con estrategias integrales.
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