El gobierno de Israel ordenó el jueves a su ejército preparar un plan para la salida voluntaria de los habitantes de la Franja de Gaza, en línea con la idea del presidente estadunidense, Donald Trump, de desplazar la población del enclave palestino.
El dirigente republicano también planteó el martes que Estados Unidos tome el control de ese territorio, propuesta de la que no dio detalles ni plazos, pero que de inmediato provocó indignación internacional y advertencias contra una “limpieza étnica”.
Sin embargo, el ministro israelí de Defensa, Israel Katz, celebró “el audaz plan de Trump” y ordenó a su ejército “preparar un plan para permitir a los habitantes de Gaza salir voluntariamente”.
El objetivo es dejar “salir a cualquier residente de Gaza que lo desee, a cualquier país que quiera aceptarlos”, detalló en un comunicado.
El plan, prosiguió, “incluirá opciones de salida a través de pasos terrestres, así como arreglos especiales para salidas por mar y aire”.
Actualmente, los alrededor de 2.4 millones de gazatíes no pueden dejar este territorio asediado por Israel y devastado por la guerra que comenzó el 7 de octubre de 2023 con el ataque sorpresa del movimiento islamista Hamás contra el Estado hebreo.
Desde el 19 de enero rige una tregua que ha permitido la liberación de 18 personas secuestradas por Hamás a cambio de la excarcelación de cientos de presos palestinos.
El acuerdo también supuso un “aumento masivo” de la ayuda humanitaria al enclave, donde entraron “más de 10 mil camiones en las dos semanas transcurridas desde el alto el fuego”, dijo Tom Fletcher, jefe de la agencia de coordinación de la ayuda humanitaria de la ONU (OCHA).
Ahora, Israel y Hamás, con la mediación de Catar, Egipto y Estados Unidos, deben negociar los detalles de la segunda fase de esta tregua para poner un fin definitivo a la guerra y liberar al resto de rehenes que siguen vivos.
“Rechazamos ser desplazados”
En este contexto, Trump recibió el martes en la Casa Blanca al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. Tras la reunión, reiteró su propuesta de enviar a los gazatíes a Egipto y Jordania y lanzó la idea de que Estados Unidos asuma el control del territorio palestino.
Después de una avalancha de críticas internacionales, el secretario de Estado, Marco Rubio, matizó el miércoles que todo traslado de gazatíes sería temporal.
Trump ofreció “muy generosamente la reconstrucción de casas y negocios” para que “la gente pueda volver a vivir allí”, afirmó el jefe de la diplomacia estadunidense.
De su lado, en una entrevista con la conservadora cadena estadunidense Fox News, Netanyahu la describió como una idea “notable”, que debería ser “examinada, impulsada y realizada, porque creo que abrirá un futuro diferente para todos”.
El dirigente israelí cuenta entre sus aliados con fuerzas políticas que aspiran a reinstaurar colonias judías en Gaza, de donde Israel se retiró unilateralmente en 2005 por decisión del entonces primer ministro Ariel Sharon.
El ministro de Finanzas, el ultraderechista Bezalel Smotrich, se felicitó precisamente este jueves de que el ejército esté preparándose para “desempeñar su papel en el plan de migración” de los gazatíes “hacia los países de acogida”.
Hamás, en el poder en la Franja desde 2007, acusó a Trump de “echar leña al fuego” y condenó una “posición racista (…) alineada con la de la extrema derecha israelí”.
El secretario general de la ONU, António Guterres, reivindicó “el derecho de los palestinos a vivir (…) en su propia tierra” y alertó contra “cualquier forma de limpieza étnica”.
Muchos habitantes de Gaza, casi todos desplazados durante el conflicto, también descartan hacer las maletas ahora que la tregua les permitió volver a sus casas, o a lo que queda de ellas tras más de 15 meses de conflicto y de bombardeos israelíes.
“Hemos regresado a pesar de la destrucción masiva (…) porque rechazamos categóricamente ser desplazados”, dijo Ahmed al Minaoui, un habitante de Ciudad de Gaza.
Egipto, Jordania, Arabia Saudita, la Unión Europea e Irán también expresaron su rechazo a la propuesta de Trump.
El ataque del 7 de octubre de Hamás resultó en la muerte de mil 210 personas y el secuestro de otras 251 del lado israelí, en su mayoría civiles, según un recuento de datos oficiales.
La campaña de represalia israelí en Gaza causó al menos 47 mil 583 muertos, en su mayoría civiles, según los datos del Ministerio de Salud de Hamás, que la ONU considera fiables.
Pese a la tregua, el balance de muertos sigue subiendo, a medida que se descubren cadáveres entre los escombros o que fallecen personas a causa de las heridas sufridas.
Su comentario