El coordinador de la Fracción Legislativa del PRI, Gaspar Quintal Parra, sostuvo que el avance a pasos agigantados de la inteligencia artificial implica desafíos éticos y legales que deben ser abordados por la ley, con la finalidad de garantizar el bienestar social y evitar delitos que provoquen daños en la vida de las personas o se vulnere la intimidad de las mujeres.
Por tal razón, como en su momento lo hizo en el año 2023 en la legislatura pasada, presentó una iniciativa de reforma para prevenir que estas herramientas tecnológicas se empleen para la comisión de delitos, como pudieran ser la manipulación de imágenes, audios y videos con el fin de difamar, extorsionar o defraudar a las personas.
Se trata de una iniciativa en materia de uso indebido de software de inteligencia artificial y agravantes en relación a su uso en delitos como violación a la intimidad sexual y falsedad de declaraciones ante la autoridad
Gaspar Quintal advirtió que con la inteligencia artificial incluso se puede crear contenido sexual no real y la falsificación de pruebas o la suplantación de identidad, lo que ocasiona no solo un daño a las víctimas, sino que también socavan la confianza en la veracidad de la información y genera confusión en la vida diaria de las y los particulares.
Por tal razón, su iniciativa propone una sanción de seis meses a tres años de prisión y de mil a dos mil Unidades de Medida y Actualización (UMA) para quien cometa delitos empleado este tipo de software, misma que aumentará hasta el doble cuando el responsable coaccione, hostigue o exija a la víctima contraprestación alguna, bajo la amenaza de revelar, publicar, difundir o exhibir imágenes, videos, audios o cualquier tipo de material.
Asimismo, propuso agravantes para el delito de falsedad de declaraciones ante autoridad, para el caso de pruebas que hayan sido elaboradas, generadas o manipuladas mediante software de inteligencia artificial.
Para el delito de Violación a la Intimidad Sexual, se establece que la pena se aumentará hasta el doble cuando las imágenes, videos o audios de contenido intimo sexual que sean divulgados compartidos o distribuidos, hayan sido generados, manipulados o elaborados mediante software de inteligencia artificial para hacerlos parecer auténticos, reales u originales.
“Esta iniciativa que hoy presentamos no tiene el objetivo de frenar el avance tecnológico. Al contrario, busca garantizar que su desarrollo ocurra dentro de un marco de responsabilidad y legalidad. Por lo que no podemos permitir que la inteligencia artificial se convierta en un arma al servicio de la delincuencia”, finalizó Gaspar Quintal.
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