- La guerra comercial escala y EEUU avisa a China de que no devalúe su moneda
- Las bolsas profundizan las caídas y el Ibex 35 borra todo lo ganado en 2025
- El déficit comercial de EEUU con China es de 295.400 millones de dólares
China ha respondido al último movimiento de Donald Trump y ha elevado los aranceles a Estados Unidos al 84% desde el 34% previo, añadiendo un 50% extra. La guerra arancelaria se recrudece entre las dos mayores potencias del mundo. Los aranceles americanos del 104% a China han entrado en vigor este miércoles tras confirmarse ayer. Pekín ha respondido y ha elevado también los impuestos comerciales a su principal rival. El conflicto entre ambos países no deja de agravarse y las medidas arancelarias son cada vez más duras entre ambos países, lo que supone una amenaza para la economía global.
La última respuesta arancelaria de China, ese arancel del 50% que eleva el total al 84%, entrará en vigor mañana jueves, según un comunicado del ministerio de Finanzas del país. Parece que ninguno de los dos países está dispuesto a negociar, por lo que los aranceles van en aumento de un día para otro. En el Día de la Liberación, el presidente de EEUU anunció un 34% de aranceles a la nación asiática, que se sumaban a los previos, del 20%. Al empezar esta semana, Trump adelantó otro 50% extra para su rival ante su negativa de hacer cesiones.
“La escalada arancelaria de EEUU contra China agrava la injuria, infringe gravemente los derechos e intereses legítimos de China y socava gravemente el sistema de comercio multilateral basado en normas”, apunta el organismo chino en el comunicado. Ninguno de los dos países quiere aflojar y la respuesta está siendo responder al otro con la misma medicina, lo que está agravando el conflicto. China dijo previamente que “va a luchar hasta el final” y parece que EEUU sigue el mismo camino, según las últimas declaraciones que llegan del Gobierno.
El secretario del Tesoro americano, Scott Bessent, ha dicho en Fox que China tiene las de perder en la guerra comercial. “Es desafortunado que China no quiera negociar porque son los que más ofenden del sistema de comercio internacional. Tienen la economía más desequilibrada de la historia del mundo moderno”, afirmaba en la cadena de televisión. Además, Bessent ha avisado a Pekín de que no debe devaluar su moneda, algo que también podría estar en juego ante la escalada de las tensiones.
Mientras tanto, Trump sigue insistiendo en su objetivo de reindustrializar EEUU en redes sociales, con el siguiente mensaje en Truth Social (publicado después de la respuesta china): “Es un GRAN momento para TRASLADAR tu compañía a EEUU, como Apple y muchas otras están haciendo a niveles récord. ARANCELES CERO y conexiones energéticas y aprobaciones regulatorias prácticamente inmediatas. Nada de retrasos por causas medioambientales. NO ESPERES, HAZLO YA”. El cruce de declaraciones entre ambas partes no muestra ninguna voluntad de negociar.
Después de que ayer Trump confirmara el último arancel a China, ese 50% más, se esperaba la reacción de Pekín. Tras llegar su contraataque, las bolsas han ampliado las caídas, que en Europa llegan a superar el 3% y suponen cuatro días de pesadilla de las últimas cinco sesiones. Pese a que sigue reinando la volatilidad y las cifras varían, el Ibex 35 ha llegado a perder todas las subidas cosechadas en el ejercicio, que rozaron el 16%. En Wall Street, los futuros también han profundizado a la baja, anticipando descensos de más del 1%.
Los aranceles no son el único ataque entre los dos países, ya que China ha añadido seis empresas más a su lista de firmas vetadas y otras 12 a la lista de control de las exportaciones. Además, la semana pasada, Pekín impuso limitaciones a las exportaciones a EEUU de tierras raras, materias primas estratégicas que se usan para fabricar dispositivos electrónicos, armas y un largo listado de bienes.
Según datos de la Casa Blanca, las importaciones de EEUU de bienes chinos han pasado de los 100.000 millones de dólares a principios de siglo, en el año 2000, a los 463.900 millones de dólares en 2024. Eso hace que el déficit comercial con ese país haya ascendido de los 83.800 millones a los 295.400 millones entre ambos periodos.
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