El papa Francisco, Jorge Mario Bergoglio, murió durante la madrugada del 21 de abril en Roma. Aunque fue ingresado al hospital en múltiples ocasiones, la Oficina de Prensa de la Santa Sede confirmó la noticia. El pontífice fue ingresado en el hospital Gemelli el 14 de febrero después del empeoramiento de una infección pulmonar compleja.
A mediados de febrero, se informó sobre la hospitalización del pontífice, quien fue ingresado para recibir tratamiento por una bronquitis que le provocaba dificultades respiratorias. En un principio, se dio a conocer que su salud no era motivo de alarma; sin embargo, al cabo de unos días, el Vaticano señaló que el papa Francisco presentaba “un cuadro clínico complejo”, dando a entender que la hospitalización se prolongaría.
A lo largo de sus últimos años de vida, el papa Francisco tuvo complicaciones sobre todo en su aparato respiratorio, pues fue hospitalizado por una infección a mediados del 2023. El máximo jerarca de la Iglesia católica padecía de diverticulitis, una enfermedad que puede infectar o inflamar el colon, y fue operado en el hospital Gemelli en 2021 para extirparle parte de éste.
A principios de 2023, dijo que la condición había regresado y que le estaba causando un aumento de peso, pero que no estaba demasiado preocupado. No dio más detalles. También tenía un problema en la rodilla y alternaba el uso de un bastón y una silla de ruedas en apariciones públicas, de las cuales varias tuvieron que ser canceladas debido al estado de salud del pontífice.
“La infección polimicrobiana, ocurrida en un contexto de bronquiectasia y bronquitis asmática, y que requirió el uso de terapia antibiótica con cortisona, hace que el tratamiento terapéutico sea más complejo”, precisó el comunicado. Finalmente, las causas de la muerte del Papa Francisco fueron informadas a través de un comunicado por El Vaticano.
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