Al hacer un llamado a la comunidad católica, el obispo auxiliar de Yucatán, Pedro Mena Díaz destacó el legado del fallecido Papa Francisco y señaló que uno los retos de su sucesor serán mantener la dinámica de cambio de la iglesia católica y promover la vocación sacerdotal en las nuevas generaciones.
Después de oficiar una misa especial en la Catedral de San Idelfonso en Mérida, previo al repicar de un centenar de campanadas en el templo católico ante el luto por el deceso de Jorge Bergoglio, uno de los jerarcas de la Arquidiócesis de Yucatán dijo que estarán atentos al proceso que se desahogará con miras al cónclave de Cardenales para elegir al nuevo Sumo Pontífice.
Subrayó la etapa de cambios que le tocó encabezar al Papa Francisco que siempre pugnó por hacer realidad lo establecido en el Concilio Vaticano que por una u otra razón no se pusieron en práctica antes.
Como ejemplo, mencionó el papel de la mujer como es el caso de Raffaella Petrini, presidenta de la Comisión Pontificia para el Estado de la Ciudad del Vaticano y de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano.
En contraste, Mena Díaz hizo notar la crisis vocacional por la que atraviesa la iglesia católica que tiene un déficit de parroquias por la falta de recurso humano para hacerse cargo de ellas.
“Tenemos que ser una iglesia más testimonial y más presente en todas las realidades”, pronunció el Obispo Auxiliar.
Recordó un enunciado del extinto Papa: “prefiero una Iglesia accidentada, herida y manchada por salir a la calle, antes que una Iglesia enferma por el encierro y la comodidad de aferrarse a las propias seguridades”.
“Tenemos que ser una iglesia misionera”, recalco Mena Díaz en su encuentro con los medios de comunicación.
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