No hay estadísticas actualizadas respecto a la incidencia de la violencia en la niñez
En este Día del Niño una de las tareas principales que han querido reforzar desde el Centro Integral de Atención a la Mujer (CIAM) es fortalecer el autoestima de las infancias, especialmente entre las niñas, porque cuando una niña tiene una autoestima reforzada difícilmente será una mujer maltratada en el futuro.
“Hace alrededor de 15 años hubo un estudio realizado por el observatorio de violencia que hablaba sobre la violencia que sufrían los niños y las niñas en su entorno, se les hacían algunos cuestionamientos sobre el número de veces que se alimentaban en el día y entonces ahí recuerdo que había información sobre que las y los menores de edad de nivel primaria comían únicamente una vez, una vez al día”, señaló Irma González Neri, directora de CIAM Cancún.
En el marco del Día del Niño, festividad que se celebra cada 30 de abril, comentó que en la actualidad no existe una estadística actualizada respecto a la incidencia de la violencia en las infancias, sin embargo, se han hecho algunos ejercicios para poder establecer análisis, por ejemplo, en escuelas de nivel básico, en donde se han encontrado síntomas alarmantes.
Son niños y niñas en la ciudad de Cancún, especificó, que viven enfrentándose todos los días a tener que solucionar su vida solos y solas porque papá y mamá tienen que salir a trabajar en horarios extendidos, salen desde muy temprano, les dejan tal vez servido el desayuno, los niños y las niñas se van solos a la escuela, cuando salen de la escuela regresan y tienen su propia llave con la que pueden abrir, pueden estar en casa haciendo su tarea, se preparan tal vez alguna comida o tal vez no y esperan a que papá o mamá llegue para poder cuidarles durante la noche.
Esto, por supuesto, lamentó, les pone ante vulnerabilidades graves, como ser captados por el crimen organizado o algún accidente en el hogar, pero además están viviendo algunas etapas que no le corresponden de acuerdo a su edad. Si bien hay que brindarles la suficiente confianza para que se empiecen a volver personas autónomas, debería ser de acuerdo a su edad, porque es allí en donde muchas veces encuentra espacio la violencia física y sexual.
Previo a la pandemia, relató la entrevistada, hicieron una investigación en escuelas preparatorias y de cerca de 2 mil 270 encuestas identificaron 75 casos de abuso sexual, de jóvenes que habían sufrido algún tipo de abuso desde los cinco años de edad; ellos identificaban esta edad como el inicio de su abuso, pero pudo ser mucho antes.
“Para nosotras fue muy frustrante tener que cerrar el trabajo presencial y tratar este tipo de servicios de manera telefónica, le pedimos a las autoridades que incrementaran también o que hicieran estrategias que apoyaran a las personas durante la pandemia porque se había cerrado también uno de los lugares que son los más seguros para los niños y las niñas, que son las escuelas, y no sabemos qué pasó en este tiempo, pero muy probablemente estos 75 casos se cuadruplicaron”, estimó.
De allí que se ha hecho un atento llamado a la comunidad a sumarse a los esfuerzos en las escuelas, en las familias, en las empresas, y construir de manera conjunta la paz en beneficio de todas las infancias.
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