MOSCÚ (EFE).— Rusia denunció ayer ataques ucranianos con drones contra Moscú y la península de Crimea, que calificó de “acciones terroristas”, mientras las tropas de Ucrania prosiguieron su ofensiva en los frentes de Donetsk y Zaporiyia, en el este y sur del país.
“Drones ucranianos nos atacaron esta noche. Las fachadas de dos torres de oficinas de la ciudad resultaron levemente dañadas. No hay víctimas ni heridos”, escribió el alcalde de la capital rusa, Serguéi Sobianin.
El Ministerio de Defensa de Rusia precisó que los drones impactaron en los edificio del conjunto de rascacielos del centro financiero y de negocios conocido como la City de Moscú después de haber sido inhibidos con medios de guerra electrónica.
Según un comunicado de esa cartera, contra la península de Crimea, anexionada por Rusia en 2014, Ucrania lanzó 25 drones de ala fija, todos los cuales fueron derribados por la fuerzas de defensa antiaérea.
Los militares rusos indicaron que 16 drones fueron destruidos por el fuego de la artillería antiaérea y los otros nueve cayeron al mar, inhibidos con medios de guerra electrónica.
En un vídeomensaje a la población publicado en Telegram, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, afirmó que la agresión rusa, de la que se cumplen 522 días, “ha fracasado en los campos de batalla”.
“Ucrania se hace más fuerte. Poco a poco la guerra vuelve al territorio de Rusia, a sus centros simbólicos y bases militares, y esto es un proceso inevitable, natural y absolutamente justo”, enfatizó.
Zelenski, que participó en un congreso de autoridades locales y regionales en la ciudad de Ivano-Frankivsk (oeste), advirtió que el próximo otoño las fuerzas rusas volverán a atacar las infraestructuras energéticas ucranianas como ya hicieron el pasado invierno, y pidió estar preparados para ello.
Las autoridades ucranianas informaron ayer que al menos tres civiles murieron a consecuencia de los bombardeos rusos en el sur el noreste del país.
Mientras, la contraofensiva lanzada por Ucrania a comienzos de junio sigue su curso en los frentes de Donetsk y Zaporiyia, donde choca con las líneas defensivas rusas.
Sin embargo, según el estadounidense Instituto de Estudio de la Guerra (ISW), en la pasada jornada la fuerzas ucranianas lograron avances en varios sectores, en particular junto a la ciudad de Bajmut, capturada por Rusia en mayo pasado, y en la frontera administrativa entre las regiones de Donetsk y Zaporiyia.
Ofensiva
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, admitió que el Ejército ucraniano lleva a cabo una “ofensiva estratégica de envergadura” al argumentar contra la posibilidad de un alto al fuego, uno de los puntos de la iniciativa de paz presentada por un grupo de líderes africanos.
“No podemos cesar el fuego cuando nos atacan”, subrayó Putin, que recalcó que las tropas ucranianas no han conseguido avances en ninguno de los frentes y sufren numerosas bajas.
La iniciativa africana de paz y el abandono de Rusia del acuerdo del grano, que permitía la exportación de cereales ucranianos a través del mar Negro, fueron abordadas en la cumbre Rusia-África, celebrada los pasados días 27 y 28 en San Petersburgo.
Rusia, que ofreció entre 25,000 y 50,000 toneladas de grano gratuito a varios países africanos, se niega a retomar el acuerdo hasta que no se cumpla los compromisos con la parte rusa, como la descongelación de activos y la facilitación de sus exportaciones de fertilizantes, entre otros.
El papa Francisco se sumó a ayer a los llamamientos a Rusia a que renueve el acuerdo del grano, porque consideró “una gran ofensa a Dios” hacer la guerra sobre estas materias primas.
“Hago un llamamiento a mis hermanos, a las autoridades de la Federación Rusa, para que se restablezca la iniciativa del Mar Negro y el grano pueda ser transportado con seguridad”, dijo el papa Francisco al final del rezo del ángelus en la plaza de San Pedro.
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