Los bombardeos azotan la misma zona donde un incendio mató a 45 personas el domingo.
Los bombardeos y ataques aéreos israelíes mataron al menos a 37 personas, la mayoría de ellas refugiadas en tiendas de campaña en las afueras de la ciudad de Rafah -en el sur de Gaza- durante la noche del lunes y la madrugada del martes, azotando la misma zona donde los ataques provocaron un incendio mortal días antes en un campo para palestinos desplazados, según trabajadores de emergencia y funcionarios del hospital.
Los ataques en el campamento de tiendas han provocado una indignación internacional generalizada, incluso de algunos de los aliados más cercanos de Israel, por la creciente ofensiva militar en Rafah. Y en una señal del creciente aislamiento de Israel en el escenario mundial, España, Noruega e Irlanda reconocieron formalmente un Estado palestino el martes.
Los bombardeos del lunes por la noche y el martes temprano alcanzaron el distrito occidental de Tel al-Sultan en Rafah, matando al menos a 16 personas, dijeron la Defensa Civil Palestina y la Media Luna Roja Palestina. Siete de los muertos estaban en tiendas de campaña junto a una instalación de la ONU a unos 200 metros del lugar del incendio del domingo.
El ejército israelí sugirió que el incendio del domingo en el campamento de tiendas pudo haber sido causado por explosiones secundarias, posiblemente de armas de militantes palestinos.
Los resultados de la investigación inicial de Israel sobre el incendio se publicaron el martes, y el portavoz militar, el contralmirante Daniel Hagari, dijo que la causa del incendio aún estaba bajo investigación, pero que las municiones israelíes utilizadas eran demasiado pequeños para ser la fuente.
El ataque o el incendio posterior también podría haber encendido combustible, botes de gas para cocinar u otros materiales en el campo. El incendio mató a 45 palestinos, según el recuento de los funcionarios de salud de Gaza.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, dijo que el incendio fue el resultado de un “trágico percance”.
En su investigación sobre el ataque mortal y el incendio del domingo, el ejército israelí publicó fotografías satelitales de lo que dijo era una posición de lanzamiento de cohetes de Hamas a unos 40 metros (yardas) de un área de cobertizos que fue atacada. En la foto, el supuesto lanzador no parecía haber sido alcanzado.
Dijo que los aviones de combate israelíes utilizaron las bombas más pequeñas posibles: dos municiones con ojivas de 17 kilogramos. “Nuestras municiones por sí solas no podrían haber provocado un incendio de este tamaño”, afirmó.
Aún así, los ataques han provocado una huida de personas de zonas al oeste de Rafah. Sayed al-Masri, un residente de Rafah, señaló que muchas familias se dirigían a la populosa zona de Muwasi o a Khan Younis, una ciudad del sur que sufrió graves daños durante meses de combates.
Reunión de la ONU
Por su parte, el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) se reunirá este martes con carácter de urgencia a petición de Argelia, miembro no permanente del Consejo. Hamas instó a este órgano a tomar “medidas inmediatas”.
Estados Unidos y otros aliados de Israel han advertido contra una ofensiva en toda regla en la ciudad, y la administración Biden dijo que esto cruzaría una “línea roja” y se negó a proporcionar armas ofensivas para tal empresa. El martes, el portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Matthew Miller, no dio indicios de que la administración considere que Israel está cruzando alguna de las líneas rojas para Rafah, diciendo que la ofensiva todavía tiene una escala “muy diferente” a los ataques a otros centros de población en Gaza.
La Corte Internacional de Justicia ordenó a Israel que detenga su ofensiva en Rafah como parte del caso de Sudáfrica que acusa a Israel de cometer genocidio contra los palestinos en Gaza.
Netanyahu ha prometido seguir adelante en Rafah, diciendo que las fuerzas israelíes deben ingresar a la ciudad para desmantelar a Hamas y devolver a los rehenes tomados en el ataque del 7 de octubre que desencadenó la guerra.
Un portavoz de la Organización Mundial de la Salud dijo que las víctimas del ataque y el incendio del domingo “abrumaron absolutamente” a los hospitales de campaña de la zona, que ya se estaban quedando sin suministros para tratar quemaduras graves.
La guerra comenzó cuando Hamás y otros militantes irrumpieron en el sur de Israel en un ataque sorpresa el 7 de octubre, matando a unos mil 200 civiles y secuestrando a unos 250. Más de 100 fueron liberados durante un alto el fuego de una semana en noviembre a cambio de palestinos encarcelados por Israel.
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