43 mujeres de 12 municipios del estado participaron en talleres impartidos por la Unesco.
Bordadoras yucatecas y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) presentan el Plan de salvaguardia del bordado maya-yucateco, el cual busca cuidar el patrimonio cultural del estado. La clausura tuvo como sede el Museo del Mundo Maya.
“El Plan de salvaguardia es un documento que marca la convención de 2003 de la Unesco que nos dice que debemos proteger las manifestaciones culturales. A partir de 10 medidas generales de protección y estrategias, se va a dar atención y seguimiento a esta declaratoria para ver que se cumpla esta protección del bordado”, expresó Cinthia Santoyo, colaboradora del Sector de Cultura de la Unesco en México,
Algunas de estas labores de protección es que las bordadoras puedan realizar la enseñanza de sus técnicas en escuelas y colegios, con apoyo de las autoridades correspondientes.
“Este proyecto tiene el centro de sus objetivos a las bordadoras que realizan esta manifestación importante que es el bordado maya-yucateco. Esta es la clausura de la primera fase de trabajo, la fase duró aproximadamente 12 meses, en los que se llevaron a cabo talleres de sensibilización sobre el patrimonio inmaterial y cultural”.
Foto: Rodrigo Medina
En la Sala de usos múltiples del Museo, se reunieron 43 mujeres representantes de más de 12 municipios del estado para recibir sus reconocimientos por haber tomado los talleres de la Unesco.
Dichos talleres estuvieron enfocados a modelos de negocios y educación financiera. Algunos otros también incluyeron charlas sobre nuevas masculinidades, con el motivo de sensibilizar a los hombres de estas comunidades acerca del tema de la importancia de las mujeres en su casa y como proveedoras.
“El arte textil y el bordado yucateco funge no sólo como actividad económica, sino como una actividad que está reivindicando la identidad cultural en el estado de Yucatán”.
Por parte de la Unesco, y con apoyo de la Fundación Banamex, el acercamiento a estas mujeres en las comunidades fue mediante la ubicación de los grupos de bordadoras en estos municipios. A estas mujeres se les impartieron una serie de talleres de diagnóstico para conocer las fortalezas, las oportunidades, las debilidades y las amenazas del arte textil.
Foto: Rodrigo Medina
“A partir de este diagnóstico participativo, se crea una capacitación para las bordadoras acerca de los marcos normativos internacionales que protegen el patrimonio cultural inmaterial, en este caso, el bordado maya yucateco”.
Los talleres de educación y modelos de negocios, consistieron en realizar conteos sobre los insumos que las bordadoras necesitan para producir una venta, y con estas nociones, crear el espacio para el comercio justo.
“Sabemos que existen los intermediarios, el regateo, estos son problemas estructurales que amenazan la venta y el desarrollo del arte textil. Entonces, estos talleres se dedicaron a capacitarlas acerca de finanzas y cómo construir un modelo de negocios de acuerdo al perfil de los clientes que les consumen”.
El motivo de estos talleres es la instauración del comercio justo, en vista de que cada prenda es parte de la identidad cultural y la historia de estas mujeres, compartió Chinthia Santoyo. La colaboración de la Unesco con las mujeres bordadoras apenas concluye su primera etapa.
Está por iniciar una segunda etapa que consiste en el involucramiento de las autoridades y las instituciones pertinentes para la protección del bordado maya-yucateco.
Algunos de los 12 municipios donde se realizaron estos talleres y se trabajó en el Plan de salvaguardia, son: Abalá, Dzan, Hoctún, Izamal, Maní, Muna, Tekit, Tekax, Teabo y Valladolid.
Esta iniciativa de protección del bordado recibió el apoyo del Instituto Yucateco de Emprendedores (Iyem), Sedeculta, la Secretaría de las Mujeres (Semujeres) y el Museo de Ropa Étnica de México (MUREM) en Valladolid.
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