Convocó a funcionarios para participar en los trabajos de saneamiento de sitios afectados.
En las labores de limpieza y patrullaje tras Milton, el gobierno de Yucatán realizó el operativo Echémosle montón, en el que autoridades de distintas secretarías y la población civil de Celestún cooperó en la limpieza de sus calles.
El gobernador Joaquín Díaz Mena y el alcalde del municipio, Germán Cauich, se pusieron manos a la obra junto con elementos de la Secretaría de Seguridad Pública, Marina y la Guardia Nacional.
Foto: Rodrigo Medina
“Solamente es Celestún donde tenemos que actuar rápido. Esto tiene una curva en la que se va a ir limpiando. Todo va a estar como antes y mucho mejor. Estamos haciendo el levantamiento de todos los daños”, explicó el gobernador Huacho Díaz Mena.
15 equipos de varias dependencias estatales y federales se unieron para realizar los trabajos de limpieza en las calles de Celestún, acompañados por elementos de la SSP y la Marina.
El llamado de Echémosle montón unió al presidente del Congreso del Estado, Wilmer Monforte, quien, junto con Huacho, estuvo ayudando a las labores de limpieza en las calles del poblado.
Foto: Rodrigo Medina
“La idea de Echémosle montón es que los funcionarios de gobierno podamos venir a solidarizarnos al puerto Celestún, es algo que vamos a seguir utilizando en comunidades donde veamos que se requiere una intervención y dónde muchas manos pueden dejar todo rechinando de limpio”.
Otra de las acciones de este patrullaje es la planeación de una posible reubicación de los pobladores de Celestún que habitan en zonas vulnerables cerca de la costa, cómo la comunidad de Cartolandia, espacio del municipio que resultó gravemente afectado.
“Necesitamos, con el alcalde Germán, buscar dónde hay terrenos donde se pudieran construir viviendas para reubicación. En Cartolandia fueron a vivir las personas a la ciénega por necesidad, en estos momentos de una contingencia climatológica ahí siempre se van a inundar”, comentó Díaz Mena.
En la agenda de esta revisión se visitó la Playa Pez Plata, sitio turístico local donde palapas y negocios se vieron afectados por la entrada del mar. Entre estas historias está la de doña Irasema Flores, quien perdió gran parte de su emprendimiento en Playa Gaviota llamado La negrita, que consistía en una palabra frente a la playa donde servía comida y bebidas.
Foto: Rodrigo Medina
“El huracán más fuerte que hemos vivido es Gilberto, y este después. Todas mis mesas y mis sillas se las llevó el mar, las enterró y las revolcó para despedazarlas”, comentó Irasema Flores.
La escuela Josef Ortiz de Domínguez, con 475 alumnos, sufrió daños por inundación al estar ubicada cerca de la ciénega. Estas afectaciones también revelaron otros desperfectos como el del sistema eléctrico. Otro problema de este centro educativo son los encharcamientos, que producen epidemia de mosquitos y otras enfermedades, las actividades de esta escuela se retomarán el próximo lunes para evitar enfermedades en el alumnado.
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