”Estamos siendo injustos con 20 millones de nuestros habitantes”, aseguró Mohammad Abbas.
El viceministro de Asuntos Exteriores del Gobierno de facto de Afganistán, el talibán Mohammad Abbas Stanekzai, pidió en un acto oficial el fin del veto a la educación de las mujeres, haciendo una inusual crítica en público al régimen fundamentalista.
“Estamos siendo injustos con 20 millones de nuestros habitantes (…) No hay herencia, no hay derecho a elegir marido, son abandonadas en disputas tribales, no se les permite estudiar, ir a las mezquitas o acceder a escuelas y universidades, e incluso las madrasas están cerradas para ellas”, dijo Stanekzai en un acto celebrado el pasado sábado en la provincia oriental de Khost, y difundido hoy por medios afganos.
El alto cargo talibán instó a sus compañeros de gobierno a “abrir las puertas del conocimiento” nuevamente para las mujeres afganas, cuyo acceso a la educación superior ha sido restringido desde la llegada de los fundamentalistas al poder en agosto de 2021.
Posteriormente, la prohibición se extendió a los estudios de secundaria, impidiéndoles estudiar más allá del sexto grado. Posteriormente, los talibanes extendieron el veto a los estudios de secundaria, lo que les impide estudiar más allá de sexto grado.
Stanekzai enfatizó que las restricciones impuestas por el régimen talibán se basan en “deseos personales y no en la sharia (ley islámica)”, desafiando directamente la justificación religiosa utilizada por los sectores más conservadores del movimiento.
Estas declaraciones fueron un espaldarazo para activistas afganas como Naheed Noori, que las catalogó de “encomiables” en declaraciones a y lamentó el silencio que impera entre el resto de dirigentes talibanes.
No es la primera ocasión en que el viceministro de Exteriores critica el veto a la educación de las afganas. En diciembre de 2023 ya cuestionó esta prohibición durante otro acto organizado en Kabul.
La postura de Stanekzai vuelve a hacer visibles las diferencias en el régimen de los talibanes, que no han logrado hasta el momento el reconocimiento oficial por parte de ningún país.
El Gobierno de los talibanes cuenta con dos bandos con opiniones enfrentadas en varias cuestiones, como el veto a la educación femenina.
Frente a los leales al líder supremo, el mulá Haibatullah Akhundzada, favorables a la mano dura del régimen bajo una estricta interpretación de la sharia, surge otro grupo de dirigentes más cercano a la red Haqqani que abogan por un enfoque más pragmático que permita acercarse a la comunidad internacional.
El veto a la educación secundaria y universitaria es una de las numerosas restricciones impuestas a las mujeres afganas, que también incluyen la obligatoriedad de cubrirse el rostro, la segregación por sexos y la necesidad de un acompañante masculino para viajes largos.
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