Tras ser extraditado por el Gobierno de México; un operativo de la DEA lo recibió esposado. Fiscalía de EE.UU. busca condenarlo con pena de muerte junto a dos líderes de Los Zetas y 25 criminales más.
Entre ellos está el llamado “narco de narcos”, Rafael Caro Quintero, a quien las autoridades estadounidenses han estado tratando de llevar ante la justicia durante 40 años, según declaraciones de los gobiernos estadounidense y mexicano.
La medida, considerada una de las mayores extradiciones en la historia de México, se considera un paso importante en las relaciones de seguridad bilaterales entre los dos países.
Y se produce después de que a principios de año el presidente estadounidense Donald Trump amenazara con imponer aranceles a las importaciones de México, acusándolo de no abordar el tráfico de drogas y la migración masiva.
Su comentario