El estado de Jalisco se ha convertido en el escenario de lo que podría ser una las fosas clandestinas más grandes que han sido halladas en el país. El descubrimiento se dio dentro de un predio en el municipio de Teuchitlán, donde colectivos en búsqueda de personas desaparecidas encontraron al menos tres hornos clandestinos y cientos de artículos personales de las supuestas personas que habrían sido reclutadas y asesinadas por el crimen organizado.


Según lo explicado por las autoridades y el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco, el hallazgo se dio el pasado 5 de marzo, después de que los integrantes del colectivo recibieron una llamada anónima mediante la cual les confesaron que el rancho Izaguirre era usado como crematorio clandestino. Cabe mencionar que este predio ya había sido asegurado por las autoridades en 2024, pero en aquel entonces no se encontraron evidencias de restos humanos.

Al respecto, la Fiscalía del estado comentó que los restos humanos no habían sido localizados anteriormente debido a que el grupo criminal que ahí operaban – aparentemente el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) – habría usado una nueva modalidad para esconder los cuerpos, la cual consistía en incinerarlos y posteriormente ocultarlos bajo una losa de ladrillo y una capa de tierra; razón aparente por la que no se habrían identificado con anterioridad.
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