Médicos, artesanos y ciudadanos se han volcado en protesta en el centro del municipio luego de que se denunciara la desaparición de 200 mil pesos en una cuenta bancaria destinada a cubrir el tratamiento médico de una familia vulnerable.
Según informa la Coordinadora Nacional de Artesanos y Comerciantes, cerca de 2,000 manifestantes se concentraron a las afueras de la tienda Coppel, exigiendo respuestas y transparencia en el manejo de los recursos. La afectada, la señora Alicia Vázquez Vázquez, explicó que el dinero fue recaudado con el apoyo de sus hijos para sufragar el tratamiento de su esposo, quien padece diabetes y recientemente ha sufrido la amputación de algunos dedos de los pies.
En su declaración, la señora Vázquez relató que, al acudir a retirar parte de esos fondos, descubrió que la cuenta bancaria había desaparecido. “Me mostraron recibos de varias compras, pero sólo aparecen los costos, sin detallar los artículos adquiridos. No reconozco esta operación”, afirmó.

A pesar de que se realizó un diálogo inicial con el personal de Coppel, la respuesta fue insatisfactoria: los encargados sostuvieron que el dinero se gastó en varias compras, sin mayor explicación, lo que generó una ola de rechazo entre los manifestantes. Ante la falta de atención, los ciudadanos organizaron grupos para movilizarse hacia las sucursales centrales de la tienda. En una de ellas, la protesta alcanzó niveles críticos; los manifestantes llegaron a derribar algunas cámaras de seguridad y agredieron a uno de los guardias, a quien señalaron como responsable de la fuga de información.
La indignación en redes sociales ha crecido de forma exponencial, y la comunidad exige una investigación exhaustiva que aclare la desaparición de los fondos y responsabilice a las autoridades correspondientes. Este caso pone en evidencia la urgente necesidad de fortalecer los mecanismos de rendición de cuentas en empresas que manejan recursos públicos destinados a apoyar a los sectores más vulnerables.
Mientras tanto, los ciudadanos han manifestado que no descansarán hasta que se haga justicia, recordando que nadie, ni siquiera una gran corporación como Coppel, está exento de rendir cuentas cuando la integridad y el bienestar de la comunidad están en juego.

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