Las protestas de maestros en Yucatán han escalado significativamente en las últimas horas, derivando en bloqueos de vialidades, tomas de sitios arqueológicos y campamentos en distintos puntos del estado. El movimiento, impulsado principalmente por docentes de nivel básico y medio superior, reclama mejoras salariales, homologación de prestaciones y rechazo a las recientes reformas administrativas impulsadas por la Secretaría de Educación del Gobierno del Estado (SEGEY).
Uno de los puntos más álgidos se registra en el municipio de Motul, donde los manifestantes han bloqueado el acceso principal, afectando el tránsito vehicular y las actividades comerciales. Los docentes aseguran que no liberarán la vía hasta obtener respuesta directa del gobernador, Joaquín Díaz Mena, quien hasta el momento no ha emitido un posicionamiento oficial.
Las manifestaciones también han alcanzado sitios emblemáticos del turismo y la cultura. La zona arqueológica de Chichén Itzá, Patrimonio de la Humanidad, fue tomada desde tempranas horas por un grupo de maestros que impidieron el acceso a visitantes nacionales y extranjeros. En un movimiento similar, el sitio de Ek Balam también fue bloqueado por manifestantes, lo que ha generado preocupación en el sector turístico, ya que estos sitios representan una fuente importante de ingresos para la región.

En el oriente del estado, se reportan protestas en Tizimín y un campamento instalado en Valladolid, donde decenas de maestros han levantado carpas en espacios públicos para mantenerse en resistencia. En Tixkokob, otro grupo bloqueó calles principales y exigió diálogo con autoridades educativas locales.
En Mérida, la capital del estado, las acciones se concentran en dos puntos clave: un campamento frente al Palacio de Gobierno, donde los docentes exigen una mesa de negociación, y una manifestación permanente frente a las oficinas de SEGEY, donde se han colocado lonas, pancartas y altavoces con consignas dirigidas a las autoridades estatales.

Los líderes del movimiento acusan a la SEGEY de incumplir acuerdos previos firmados en 2024, entre ellos la regularización de pagos por compensaciones y la mejora de condiciones laborales en zonas rurales. Además, denuncian que la nueva reforma educativa impone cargas administrativas que consideran innecesarias y desgastantes.
A pesar de los llamados al diálogo por parte de algunas dependencias, los docentes afirman que no levantarán los bloqueos ni retirarán los campamentos hasta obtener compromisos firmados y con fechas claras de cumplimiento. Mientras tanto, miles de estudiantes continúan sin clases en decenas de municipios del estado.
Las autoridades han solicitado mantener la calma y aseguran que se buscará resolver el conflicto por la vía del diálogo, aunque aún no se anuncia una reunión oficial con los representantes del magisterio. La situación permanece tensa y en desarrollo.

Su comentario