Para el licenciado en Derecho David Chim Balam, la topografía no es solo una técnica, sino un verdadero arte que ha acompañado al desarrollo de la civilización desde sus orígenes. En entrevista, destacó la importancia histórica y práctica de esta disciplina, así como los esfuerzos que desde el ámbito educativo está realizando para su reconocimiento y profesionalización en Yucatán.

“Hablar de topografía es hablar de arte. Desde tiempos antiguos, ha sido fundamental para delimitar propiedades, planificar obras y entender el territorio que habitamos”, afirmó Chim Balam. A pesar de su relevancia, subrayó que en Yucatán no existe una licenciatura ni ingeniería especializada en topografía, por lo que los conocimientos se adquieren parcialmente en carreras como Ingeniería Civil, Arquitectura o Geografía.
Chim Balam señaló que la topografía no solo tiene aplicaciones en la construcción o urbanismo, sino también en áreas como Derecho, Arqueología, Criminología, Agricultura y Minería, lo que demuestra su multidisciplinariedad y valor estratégico para el desarrollo del Estado.
“Ser topógrafo requiere una formación rigurosa, años de experiencia y especialización. Lamentablemente, aún hoy son trabajadores subestimados, mal remunerados y sin el reconocimiento que merecen”, lamentó.

Consciente de esa necesidad, el licenciado anunció que, a través del CAYAE Instituto Peninsular, ha desarrollado cursos especializados en topografía, únicos en el estado y en el sureste del país, que combinan teoría y práctica, y que ya cuentan con aval oficial del ICATEY y la SEP, lo que permite a los alumnos obtener certificación oficial al concluir su formación.
“Es un compromiso personal: brindar lo que yo no tuve. Queremos formar especialistas dignificados, comprometidos y orgullosos de su labor. Vamos a seguir fomentando el amor por esta disciplina”, concluyó.
Esta iniciativa no solo responde a una necesidad educativa, sino que abre nuevas oportunidades para profesionalizar un campo esencial para el crecimiento ordenado, legal y técnico del territorio yucateco.
Su comentario