La cervecera holandesa Heineken completó su retirada de Rusia, al vender su negocio en ese país por sólo un euro, anunció la compañía el viernes, 18 meses después que Moscú lanzó su invasión contra Ucrania.
La compañía indicó que sufrirá una pérdida total de 300 millones de euros (325 millones de dólares) por la venta al gigante manufacturero ruso Arnest Group.
Heineken había enfrentado críticas por el lento ritmo de su salida tras el estallido de la guerra, pero insistió en que buscaba cuidar de sus empleados locales.
La venta incluye todos los activos de Heineken en Rusia, entre ellos siete cervecerías.
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